Lectores y Oyentes: "Argentina: tristeza y aprendizaje"
Domingo 17 de Diciembre de 2017 - 18:50:23
Los últimos incidentes de violencia pública -viralizados a través de los medios de comunicación- y ocurridos a raíz de los intentos del gobierno nacional por instaurar una nueva reforma previsional, nos han hundido a los argentinos que amamos éste bendito país, en una inaceptable y cruda tristeza.
Creo desde mi lugar, que las injusticias y las mentiras generan siempre violencia. Violencia verbal, violencia física, violencia institucional. Particularmente es lo que ha ocurrido siempre en la Argentina, donde no existe la mesura a la hora de dirimir diferencias, ya que todo se hace con excesos. Somos extremistas. Abundan tanto los dueños de la verdad, como quienes padecen esas mentiras, disfrazadas de verdad. Al final todos perdemos.
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Hay quienes livianamente se ufanan diciendo: “es que los argentinos somos así, pasionales”. La pasión bien ubicada no es mala, lo que no podemos permitirnos es ser estúpidos, infantiles y retrógrados. Y esto va para todos, para los que elegimos y para los que son elegidos. Debemos aprender a manejar nuestras diferencias desde una mirada que nos contenga a todos, no solo discursivamente, sino con hechos reales, palpables en la realidad.
No se puede jugar con el hartazgo social, con la idea de que unos pocos iluminados vienen a redimir a muchos en nombre de una moral ajustada a las conveniencias del momento; y que esos muchos sean siempre el objeto “transitorio” de una seudo representación política que jamás llega a estar a la altura de lo que se espera mínimamente de ellos. La ciudadanía espera verdad y justicia.
¿Aprenderemos algún día? Estoy seguro que sí. Aprenderemos a elegir gobernantes que estén preparados para gobernar, porque serán profesionales de su actividad y no meros oportunistas del poder. Aprenderemos a instruirnos con responsabilidad acerca de las ideologías que informan los planes de gobierno durante las campañas, para luego no tener que decir “todo fue un fraude”. Aprenderemos a decir: “Quédense y arreglen éste desastre, porque para eso los elegimos”, sin identificar herencias ni culpables.
En La Pampa aprendimos a esperar la resolución de la justicia para que nos devuelvan el rio robado, unilateralmente apropiado durante décadas, con las terribles consecuencias ecológicas que ello nos dejara al oeste provincial. Y se hizo justicia, porque el Atuel también es pampeano. Es la misma justicia que hoy esperan los familiares de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y los 44 tripulantes del ARA San Juan.
Aprovechemos entre todos esta forma democrática de gobierno que tenemos, la cual con sus aciertos y errores nos habilita a reclamar con ideas y sin violencias. Los argentinos ya tenemos una historia bastante triste, como para andar justificando represiones y violencias en realidades adversas. No resignemos derechos adquiridos. Prioricemos en esa búsqueda la protección de los más débiles: niñas, niños, abuelos, desposeídos; seres que no reclaman caridad o limosnas de los poderosos, sino dignidad y respeto por sus derechos… humanos.
Trabajo, salud, vivienda, educación, seguridad, servicios públicos básicos; no son privilegios ni gastos, son los mejores antídotos que un gobierno decente puede ofrecer a sus gobernados contra la pobreza, la marginación, la violencia y la injusticia social. Luchemos constructivamente entre todos, para no perdernos la posibilidad de realizar aportes genuinos, en pos del mejoramiento de este mundo en el cual nos ha tocado vivir; porque como dice esa hermosa canción: “lo que das, la vida te devuelve”.
Silvio Javier Arias
DNI: 24.499.738
