Gesto: el arco de Ferro de Pico tiene un “Angel” que lo cuida

Seguramente el lector de esta nota rápidamente imagine que va a ahondar sobre temas futbolísticos, quizás sobre la gran actuación que le cupo a Juan Rago el último domingo en Carlos Casares. Pero no, no será este el eje de la misma. Tiene que ver con algo que quizás no ocupe la primera plana de los medios, no haya provocado el conocido ¡Paren las rotativas! en los diarios, no haya obligado al ¡Ultimo momento! en ninguna radio, ni haya producido el traslado de las unidades satelitales de los canales de televisión.

Sin embargo en esta época donde la intolerancia, la agresividad, la violencia social, el individualismo, entre otros males, pareciera que día a día nos van disgregando como comunidad, vale la pena destacar hechos como el que sucedió este martes en General Pico.

Es que ese día cumplió años Angel Gabriel Díaz, “Angelito”, un adolescente con alguna capacidad diferente, que junto a su mamá conforman una familia muy humilde, castigados por una realidad en la que se valora más “tener que ser”, pero que sin embargo no le da tregua a sus problemas y los ataca día tras día

Seguramente llamará la atención, pero sus prioridades no son las mismas que las de la mayoría, las suyas son desarrollarse como persona, integrarse, ser considerado uno más y para ello utiliza las armas que tiene a mano, la educación -concurriendo diariamente a una escuela adecuada a sus necesidades- y el deporte -formando parte de las divisiones inferiores del Club Ferro Carril Oeste de General Pico, actividades para las cuales cuenta con un Asistente dispuesto por el Ministerio de Desarrollo Social de La Pampa, que lo acompaña ya que su madre –impedida de movilizarse- no lo puede hacer.

Lo ocurrido el martes fue singular y destacable, pues las autoridades del club Ferro Carril Oeste, encabezadas por el Luis Anconetani y Fabrizio Managó -presidente y vice de la entidad de barrio Talleres- le hicieron entrega a “Angelito” de la indumentaria oficial del club, el carnet que lo acredita como socio y le comunicaron el otorgamiento de una “beca deportiva” para que pueda seguir desempeñándose como arquero de la institución.

También ese día, tuvieron un reconocimiento Ezequiel y Tomás, “sus amigos del club” que de manera silenciosa realizaron una colecta solidaria en el colegio secundario “Silvia Machicote” al que ambos concurren, para regalarle en un día tan especial, “algunas otras cositas”, que seguramente “Angelito” valorará, pero no tanto como el afecto que se brindan mutuamente.

Creo que vale la pena destacar este suceso, en el que se conjugan la solidaridad de los adolescentes, el compromiso de una institución con su comunidad y una verdadera política de inclusión por parte del estado que no sólo esperamos se mantenga, sino que deseamos se multiplique.