14 de Noviembre: Se conmemora el Día Provincial de las Áreas Protegidas
Jueves 14 de Noviembre de 2024 - 17:09:28
El 14 de noviembre es el Día Provincial de las Áreas Protegidas en La Pampa, se conmemora la creación de la primera reserva provincial que fue la “Laguna Guatraché" en el año 1991. Se trata de una iniciativa de la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático a través de la Ley Provincial N° 2.651 que determina los criterios generales para la selección, el establecimiento y la gestión de las reservas naturales dentro del territorio provincial.
La provincia de La Pampa cuenta con diecisiete áreas protegidas, de las cuales diez son provinciales, seis son municipales y una es privada, que contabilizan aproximadamente 220.000 hectáreas. Si se contempla el Parque Nacional Lihué Calel, el número asciende a alrededor de 252.000 hectáreas. De esta forma la Provincia tiene más del 1,75 % de su territorio bajo figuras de protección ambiental.
Reservas Naturales Provinciales:
R.N.P Parque Luro, R.N.P Pichi Mahuida, R.N.P Laguna Guatraché, R.N.P Limay Mahuida, R.N.P La Reforma, R.N.P Cerro Negro, R.N.P Ñochilei-co, R.N.P Casa de Piedra, R.N.P La Humada, R.N.P Salitral Encantado.
Reserva Natural Privada: Miguel Fiorucci
Reservas Naturales Urbanas: R.N.U Los Caldenes, R.N.U Parque Flora Autóctona, R.N.U La Malvina, R.N.U Delfín Pérez, R.N.U Laguna de Utracán, R.N.U Macachín.
Las áreas protegidas están reconocidas como una estrategia vital para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible, permitiendo mantener la estabilidad de un ecosistema, garantizando que sus recursos naturales perduren a lo largo de las generaciones. Son sitios que permiten adaptar diferentes estrategias de conservación a medida que el ambiente va evolucionando con el paso del tiempo.
Constituyen refugios para proteger hábitats y especies amenazadas, mantienen los procesos ecológicos y sistemas naturales que generan bienes y servicios ambientales que son esenciales para la sociedad. Asimismo, son una opción viable y parte esencial de la respuesta global para la mitigación de los efectos del cambio climático. Para ello, es fundamental la integración y participación efectiva de las áreas protegidas en los instrumentos de ordenamiento territorial y planificación bioregional considerando el enfoque ecosistémico como marco base para lograr un equilibrio entre la conservación y el desarrollo.
En cada área protegida se aplican los siguientes criterios
Conservar muestras representativas de ecosistemas nativos, o comunidades características o únicas por su riqueza o diversidad biológica.
Garantizar el mantenimiento de la diversidad genética, los procesos ecológicos y/o evolutivos naturales de regulación ambiental.
Resguardar lugares de importancia como hábitats de especies amenazadas, sitios de descanso o de paso de especies migratorias, poblaciones en peligro o especies endémicas, raras de valor científico o económico.
Preservar sitios y paisajes prístinos de extraordinaria belleza escénica.
Proteger las cuencas hidrográficas, recursos hídricos y provisión de agua dulce, minimizando el impacto de inundaciones y riesgos de desertificación.
Proteger recursos paisajísticos, formaciones geológicas o geomorfológicas y yacimientos paleontológicos de singular interés.
Preservar el patrimonio y la diversidad cultural, valores históricos, sitios arqueológicos y antropológicos de particular importancia.
Promover la educación y la interpretación ambiental.
Incentivar la generación de conocimiento a través de la investigación científica y el monitoreo ambiental.
Brindar oportunidades para la recreación y el turismo sostenible.
Beneficios que proporcionan las Áreas Protegidas
Las áreas protegidas contribuyen al desarrollo regional sostenible y contribuyen en la mejora de la calidad de vida de las comunidades locales.
Aportando:
Biodiversidad; Recursos forestales; Protección contra erosión y desertificación; Mitigación de desastres naturales; Sistemas agrosilvopastoriles; Conocimiento y prácticas tradicionales;
Educación ambiental; Interpretación de la naturaleza; Fijación de carbono; Regulación hídrica;
Recreación y turismo; Colecciones y banco genético; Salud y medicina (etnobotánica); Fuentes de empleo; Valores culturales y espirituales; Recursos bioquímicos y farmacéuticos;
Mitigación de cambio climático; Polinización; Reducción de la pobreza; Regulación del clima;
Equidad de género; Gobernanza y capacidad de gestión; Energías renovables; Uso sostenible de los recursos naturales; entre otras.
Es de destacar la labor diaria de los y las guardaparques que llevan adelante esta profesión dentro de la Provincia, con un amplio sentido de pertenencia en cada uno de los sitios en el que se desempeñan, actuando como agentes de cambio y vinculando el Área Protegida con la comunidad, con una fuerte convicción de que cuidar la naturaleza es el camino para llevar un estilo de vida más sostenible y ambientalmente más saludable.