Superior Tribunal de Justicia: seis testigos declararon en el inicio del juicio oral por el femicidio de María Guadalupe Puebla
Martes 12 de Octubre de 2021 - 14:17:54
Con la declaración de seis testigos, comenzó hoy el juicio oral contra Roberto Fabián Lescano por el homicidio doblemente calificado, por haber sido cometido criminis causa y femicidio, en perjuicio de María Guadalupe Puebla. La segunda jornada está prevista para el día miércoles a las 8.30 horas. El hecho por el que está acusado Lescano, quien es sordomudo y tiene 57 años, habría ocurrido entre la noche del viernes 15 de agosto y la madrugada del lunes 18 de 2014 y, de acuerdo al Ministerio Público Fiscal, consistió en causarle la muerte a Puebla (27 años) –después de haber abusado sexualmente de ella–, al aplicarle golpes en la cabeza con un ladrillo. Ello sucedió en un descampado ubicado en Niñas de Ayohuma, entre Reconquista y Caseros, de Santa Rosa. Recorra detalles del primer día del juicio en ver más ...
Luego Lescano habría llevado el cuerpo de Puebla a una zona aledaña a la laguna Don Tomás, donde “la ocultó con tierra, pastos y ramas”, habiéndose hallado el cadáver semienterrado en otro descampado en Asunción del Paraguay y Duval, el martes 19 a las 18.30 horas.
En un primer juicio, Lescano fue absuelto por el femicidio, pero condenado a 12 años de prisión –por esa razón permanece detenido– por abuso sexual mediando violencia física, agravado por haber existido acceso carnal. Esa sentencia fue dictada el 22 de marzo de 2016 por la Audiencia de Juicio, integrada por los jueces Carlos Alberto Besi, Andrés Aníbal Olié y Daniel Sáez Zamora. Ese fallo está firme y ya no puede ser revisado.
Contra esa sentencia, el fiscal general Máximo Paulucci, el entonces defensor oficial Martín García Ongaro –en representación del querellante José Alberto Puebla, padre de la víctima– y el defensor oficial Pablo De Biasi presentaron recursos de impugnación. La Sala B del Tribunal de Impugnación Penal, conformada por los jueces Pablo Tomás Balaguer y Filinto Benigno Rebechi, confirmó el fallo el 17 de agosto de 2016, al no hacer lugar a ninguno de los tres escritos. A su vez, contra la resolución del TIP, Paulucci y García Ongaro interpusieron recursos de casación ante el Superior Tribunal de Justicia.
El 8 de marzo de 2017, la Sala B del STJ –con los votos de los ministros Hugo Oscar Díaz y Fabricio Luis Losi– hizo lugar al planteo de la querella y no al de la fiscalía, y revocó parcialmente la sentencia de la Audiencia de Juicio con respecto a la absolución por el homicidio doblemente calificado y dispuso el reenvío al mismo Tribunal para que, con una nueva conformación, emita un nuevo pronunciamiento.
También sostuvo que debía tenerse especialmente en cuenta la doble circunstancia agravante; no solo en la relación del homicidio con el abuso –para ocultarlo y lograr su impunidad–, sino también del contexto de género que implicó el crimen por odio a la mujer.
Finalmente, el 11 de diciembre de 2018, nuevamente la Sala B del TIP, ahora compuesta por los jueces Fernando Rivarola y Gastón Boulenaz (como subrogante), declaró la invalidez del fallo del 22 de marzo de 2016 y reenvió la causa a la Audiencia para que dicte una nueva sentencia con respecto al femicidio.
Por eso ahora el juzgamiento está a cargo de una jueza y dos jueces de control, en calidad de subrogantes: María Florencia Maza, Néstor Daniel Ralli y Carlos Ordas. También están presentes Paulucci –acompañado por la fiscala Cecilia Molinari–, De Biasi y otro defensor oficial, Juan José Hermúa, en reemplazo de García Ongaro por la querella.
Luego de la resolución del TIP de fines de 2018, De Biasi presentó un recurso extraordinario federal, el pedido de sobreseimiento por insubsistencia de la acción penal –derecho del acusado a ser juzgado en un plazo razonable–, planteos de inconstitucionalidad, recusaciones y por denegatoria al arresto domiciliario de Lescano y hasta llegó en queja a la Corte Suprema. Pero todas sus peticiones le fueron rechazadas.
“Vulnerable y discapacitada”.
En el alegato de apertura, Paulucci describió a Puebla como “una mujer vulnerable, discapacitada, esquizofrénica y de muy pequeña contextura física, que no estaba en condiciones de defenderse”. Por eso calificó lo sucedido como “un hecho claramente de violencia de género, física, psicológica y sexual, por más que no existiera una relación con Lescano. Se llama femicidio no íntimo”.
Por su parte, De Biasi afirmó que, con el reenvío del legajo para un nuevo juicio, se violó el derecho al debido proceso aduciendo que no se puede juzgar a una persona dos veces por el mismo hecho. También se quejó porque se avanzó con la audiencia a pesar de que no está resuelto otro recurso por insubsistencia de la acción penal. Y subrayó que el imputado “no tiene capacidad para entender” lo que es un homicidio criminis causa o un femicidio.
El primer testigo fue el intérprete de Lescano, Edgardo Raúl Hansen, quien fue docente suyo por una década y media. Definió al acusado como “una persona tranquila y obediente”. Dijo que es analfabeto porque llegó “tarde a la escuela” y que “no tiene lengua de señas, sino lengua gestual”. Ante preguntas de la defensa, afirmó que “no tiene capacidad de abstracción ni de mentir” y que “no se le puede explicar qué es violencia de género”. A modo de ejemplo, explicó que no sabe qué es una panadería, pero sí que allí se puede comprar pan.
– ¿Puede asegurar que no puede mentir?, le preguntó Paulucci.
– Para mí no miente, respondió Hansen.
Luego fue el turno de Enrique Marcelo Calderón, quien en 2014 estaba a cargo de la Brigada de Investigaciones. Aseguró que primero encontraron prendas de vestir y un ticket de supermercado, entre otros objetos, y que luego obtuvieron una filmación de Puebla y su novio, Walter Baigorria (también sordomudo), en ese comercio. A partir de allí intentaron localizar a la mujer para saber si las ropas eran suyas.
Contó además que supieron que el cuñado de Baigorria fue la última persona en ver a Puebla y que en ese momento estaba con Lescano. Justamente el acusado fue quien encontró las prendas de la víctima. Por eso fue que Paulucci expresó que el imputado “pretendió mostrarse como testigo, cuando no lo fue”.
El tercer testigo fue otro policía, Germán Andrés Schamber, por entonces segundo jefe de la Seccional Segunda. Recordó que rastrillaron en las inmediaciones de la laguna Don Tomás y que encontraron el cuerpo de Puebla parcialmente enterrado. Además supieron que el viernes 15 o el sábado 16 habían estado juntos Puebla, Lescano y Baigorria.
Eduardo Néstor Suárez es el despensero que le vendió cervezas a Lescano y Baigorria la noche anterior a que la policía fuera a su negocio. Aseguró que ambos –a quienes conocía del barrio–“se daban a entender por señas o escribiendo en un papel” las cosas que querían comprar, como “comida, cigarros o bebidas”. Su comercio está enfrente del descampado de Niñas de Ayohuma. “Esa noche no escuchamos nada”, aseveró.
Matías Eduardo Merino es el cuñado de Baigorria y la última persona en ver con vida a Puebla. Según declaró, Baigorria y Puebla llegaron a su casa, aquel se acostó y ella se quedó con Lescano en la puerta. “Los vi un ratito, desde la ventana de la cocina, y después me volví a acostar”. También dio un par de detalles: que el acusado andaba en una moto y que María tenía puesto un gorro de lana rojo.
María Julia Cetini es la excuñada de Lescano y quien avisó a la policía sobre el hallazgo de las ropas con sangre seca. Llegó al juicio como testigo de la defensa. “Me dijo Ramón (Omar Lescano), mi expareja, que Fabián (Lescano) le había dicho que la ropa estaba ahí (en el descampado). Eso fue el 18 de agosto. Fabián llegó a las 14. Los tres nos quedamos afuera esperando a la policía, mientras tomamos una cerveza y jugamos a las cartas. ¿La noche anterior? Yo llegué con mis hijos a mi casa a las 22. Estaban Ramón, Fabián y Walter (Baigorria), pero Fabián y Walter se pusieron incómodos al verme y se fueron ahí nomás (sic)… Fabián estaba raro, como nervioso, y Walter miraba en todo momento hacia el frente”, en dirección al descampado.
Al final, y a partir del testimonio de la mujer, se planteó una controversia entre la fiscalía y la defensa y se pidió la incorporación de nueva prueba en el expediente.