Los hechos investigados ocurrieron el pasado 10 de abril en sede de la Alcaidía de esta ciudad, cuando Nuñez,se encontraba detenido con prisión preventiva. En momentos en que era trasladado a su celda individual desde el pabellón Nro. 3, donde previamente se había higienizado, logró reducir a un empleado policial mediante un rodillazo en la zona de la cintura y le apoyó un elemento de madera con punta en la zona de la espalda, con el cual le realizaba “pinchazos” repetidamente, mientras gritaba de manera alterada que se quería ir a su casa, “que estaba re jugado” y que los iba a matar, mientras le exigía al personal policial que ingrese al pabellón Nro. 1 y Nro. 2. Al percatarse Nuñez que el elemento que portaba se había roto, producto de los forcejeos con el oficial, emprendió huida hacia la puerta de ingreso de la Alcaidía, con clara determinación de salir de allí, siendo perseguido por el policía agredido y otro agente más, no pudiendo retirarse del lugar. A continuación se produjo un enfrentamiento con el personal policial mencionado y Nuñez fue reducido. Producto de las agresiones recibidas- golpes de puño y con las piernas (“patadas”)- el primer agente agredido sufrió lesiones varias de carácter leve, y el segundo agente, fractura de base del quinto metacarpiano de su mano derecha (lesión grave).

Respecto a la estructura típica del delito de “evasión”, el juez Pregno expresó en la sentencia que el imputado “se encontraba legalmente detenido a raíz de una prisión preventiva ordenada por la Jueza de Control Cardoso. La acción típica la cometió Nuñez al intentar evadirse para recuperar su libertad ambulatoria, utilizando como medio la violencia física sobre las personas, en esta caso de los agentes quienes ejercían su custodia personal, quedando las lesiones debidamente certificadas. (…) Nuñez estaba en pleno conocimiento de su detención y tuvo la clara intención (dolo) de quebrantarla utilizando golpes de puño y pie sobre los agentes policiales. Lo que no pudo suceder por cuestiones ajenas a su voluntad, por lo que, dicha acción quedo en grado de tentativa.”

En referencia al monto de la pena a imponer, el magistrado agregó que “el acuerdo de las partes es un límite infranqueable para el juzgador en la imposición de penas. En tal sentido, acuerdan las partes que se condene a Andrés Nuñez , a la pena de tres años de prisión de efectivo cumplimiento, declarándolo reincidente, en virtud del antecedente condenatorio que informa el Registro Nacional de Reincidencia, conforme al cual, por fallo del Juez de Audiencia Dr. , el ciudadano Núñez cumplió de manera efectiva pena de prisión”.