Tribunales Santarroseños: ocho años de prisión para un albañil que atacó y abusó de una mujer cuando caminaba por la ruta
Viernes 22 de Marzo de 2019 - 19:25:24
El juez de audiencia de Santa Rosa, Daniel Alfredo Sáez Zamora (foto), condenó a Rodrigo Germán Hernández a ocho años de prisión, por ser autor de los delitos de robo calificado, por haber provocado lesiones graves en la víctima; en concurso ideal con abuso sexual agravado por haber ocasionado grave daño en la salud física de la víctima. Además lo declaró reincidente y le mantuvo la prisión preventiva hasta que el fallo quede firme.
Con las pruebas reunidas durante el juicio oral, el magistrado dio por probado que el 23 de marzo del año pasado, a media tarde, el imputado –un albañil de 36 años, con antecedentes penales– sorprendió a una mujer que caminaba por la ruta nacional 5, “tomándola del cuello por detrás, oprimiéndoselo y dejándola sin aire”. El agresor continuó golpeándola hasta que la víctima se desvaneció. Sigue en ver más...
Al recuperar el conocimiento, la mujer observó que Hernández la había tocado, mientras la tenía tomada del cuello. En esas circunstancias le dijo “dame el celular” y se escapó con la riñonera de la damnificada, que tenía un celular en su interior.
A raíz de esas agresiones, la víctima presentó “hematomas en la región orbicular de ambos lados, una contusión con tumefacción en el lado derecho de la cara, un derrame conjuntival en el ojo derecho, escoriaciones en el cuello, la región pectoral y en las dos orejas y una fisura en el noveno arco costal derecho”.
Durante los alegatos, los fiscales Marcos Hernán Sacco y Walter Martos habían calificado legalmente los hechos con las mismas figuras que las resueltas por el juez, aunque solicitaron una pena de 12 años de prisión; mientras que el defensor oficial, Martín García Ongaro, solicitó su absolución por el beneficio de la duda, ya que adujo que a esa hora el acusado no estaba en Santa Rosa y cuestionó varias de las pruebas ofrecidas por el Ministerio Público Fiscal.
Sáez Zamora, al evaluar los elementos probatorios, tuvo en cuenta –entre otras cosas– que la víctima reconoció a Hernández en la audiencia de juicio a partir de un tatuaje, ya que pudo ver esa imagen cuando era golpeada.
También valoró que una campera secuestrada fuera también fue reconocida por la mujer. Esa prenda y la gorra que vestía el atacante, junto con la riñonera y la carcasa del celular, fueron halladas a pocos metros del lugar del hecho. A su vez, la policía encontró en el perfil de Facebook del imputado una foto donde tenía puesta esa misma campera.
Atenuantes y agravantes.
El juez, para fijar la pena –cuyo mínimo era de cinco años–, consideró como atenuantes “la relativa juventud del acusado, lo que me permite considerar que todavía puede internalizar pautas que permitan una correcta inserción en la sociedad”. También que posee un trabajo estable como albañil y los testimonios de dos personas que convivieron con él y brindaron buenas referencias.
En cambio, evaluó como agravantes “el modo en que se desarrollaron los hechos, con un ataque intempestivo a una mujer que se encontraba sola y en un lugar que le permitió al acusado actuar con mayor discrecionalidad”. Además, remarcó Sáez Zamora, que durante el juicio oral pudo apreciar personalmente el impacto que sufrió la damnificada por lo ocurrido.
“Tengo presente, a su vez, el alto nivel de violencia utilizado por Hernández, desproporcionado en función de la condiciones físicas de la víctima, la falta de oposición que ejerció y el nimio botín obtenido. Estas circunstancias me brindan un parámetro del nivel de agresividad personal que posee el acusado, sin importar las consecuencias en terceras personas”, enfatizó.
Por último, Sáez Zamora también valoró negativamente “la cantidad de antecedentes penales con que cuenta el acusado, lo que me permite considerar que la internalización de conductas que hacen a la adecuada convivencia social, aún no han sido incorporadas” por él.