Buenos Aires: la Corte Suprema confirmó la condena y un panadero santarroseño irá preso por utilizar bromato
Jueves 28 de Septiembre de 2017 - 11:33:18
La Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó esta semana en todos sus términos una condena de un año de prisión efectiva al panadero santarroseño José María Jamad por la intoxicación masiva con bromato de potasio en la capital provincial y Toay en enero de 2011. Se pudo comprobar que actuó negligentemente. Uno de sus hijos, José "Mono" Jamad, también está en prisión por un brutal asalto a una jubilada.
Jamad -cuya condena de solo un año es de efectivo cumplimiento porque es reincidente- era dueño de las panaderías La Posta, Crocante y El Abuelo Julio. En 2014 la Cámara en lo Criminal de Santa Rosa lo condenó por los delitos de envenenamiento culposo agravado y expendio culposo agravado de mercaderías peligrosas.
Posteriormente el fallo fue confirmado por el Tribunal de Impugnación Penal y por la Sala B del Superior Tribunal de Justicia. Este martes, la CSJN rechazó por inadmisible una nueva apelación. Así, la sentencia quedó firme y en las próximas horas, cuando llegue la notificación a La Pampa, deberá ser detenido. Sigue en ver más...
La intoxicación con bromato se registró en los primeros días del año 2011. Hubo dos casos comprobados de intoxicación y 81 con "nexo epidemiológico". Las panaderías de Jamad fueron clausuradas por 20 días. Luego, reabrieron.
El uso del bromato en la panificación era corriente y usual hasta hace 20 años. Se usaba como aditivo para mejorar la presencia del producto, hasta que se descubrieron sus influencias nocivas para la salud. En nuestro país fue prohibido su uso a partir de 1995.
Jamad y sus empleados sostuvieron, en el juicio, que no usaban ese producto. Dijeron que llegó a una de sus panaderías por un error de un proveedor: en vez de jalea envió el bromato. Y los empleados lo usaron creyendo que era sal.
Los jueces no se detuvieron en ese punto. Expresaron que, en definitiva, el producto pasó por las panaderías de Jamad.
Fuente: Diario Textual.