Legislatura Provincial: "El delito es una cuestión cultural y no creo que elevando las penas vaya a terminar", le dijo el fiscal Gilardenghi a los diputados

“El Poder Judicial es represivo y necesitamos de leyes. Para que te arreglen el auto cuando lo llevás al taller, el mecánico tiene que tener herramientas, para la Justicia, nuestras herramientas son las leyes”, dijo el abogado Alejandro Gilardenghi al enfrentar a los diputados de la Comisión de Reglamentos, Peticiones y Acuerdos, para defender su postulación de parte del Poder Ejecutivo para cubrir el cargo de Juez de Control de la Segunda Circunscripción, General Pico. Hubo dos dictámenes, uno por mayoría aconsejando la aprobación de su pliego y otro por la minoría anunciando que fijarán posición en el recinto. Gilardhengui soltó esa respuesta ante el reclamo del diputado Ricardo Consiglio que advertía un deficiente compromiso de parte del Poder Judicial ante los delitos en nuestra provincia. El abogado propuesto para juez dijo: “A mí me han entrado a robar cuando vivía en Santa Rosa y también en General Pico, pero no creo en que con una elevación de las penas vayan a terminarse con los delitos”. Sigue en ver más...

Y ejemplificó con dos cuestiones, los homicidios culposos en siniestros de tránsito y en la cuestión de género. “El homicidio culposo tenía una pena de sólo tres años y se creyó que era poco, entonces se la elevó, pero no dejaron de haber muertes en siniestros de tránsito, porque nadie que mata a alguien en esos episodios podrá evitarlo porque la pena es de más o menos años de prisión”, dijo.

“Y en cuanto a los homicidios en cuestiones de género, antes únicamente eran homicidios simples si, la pareja no estaba casada, hoy se agravó la pena y se toma en cuenta no sólo la figura del casamiento sino si al momento del hecho la víctima mantiene o mantenía una relación con el victimario…pero la cantidad de homicidios por cuestiones de género no disminuye, al contrario”, manifestó el abogado.

Gilardenghi concluyó en que “el desprecio por la vida se debe a la pérdida de valores y por la falta de contención familiar, el Evangelio dice que por sus frutos los conoceréis y la mayoría de los delincuentes está sólo, la familia ha estado ausente”. Por eso el abogado dice que “el delito es una cuestión cultural”.

“Además -dijo- se equivocan cuando pretenden que un delincuente vaya a la cárcel y se pudra allí, el sistema penal no está pensado para eso, sino que nuestro paradigma constitucional, tanto nacional como provincial, nos dice que el reo debe ser re educado y resocializado”. Y para eso, consideró que será muy útil la puesta en vigencia del Ente de Resocialización Provincial.


Otras apreciaciones

Gilardenghi fue muy duro con la prensa al considerar que “en las cuestiones policiales por lo general no hay una búsqueda de la verdad, sino de la noticia, del título” y ejemplificó con un par de casos en los que, a su entender, la prensa presenta las determinaciones judiciales “sin tener contacto con los funcionarios judiciales para que les expliquen el porqué de las mismas y terminan generando una opinión en el público que los lee, lejana a la intención de los funcionarios judiciales con las medidas tomadas”.

Gilardenghi, que manifestó que no advierte ningún cepo de parte del ministerio de seguridad para informar sobre las cuestiones policiales, dijo que “se necesita de parte de la prensa un poco de compromiso con la verdad” y que “la información no puede ir directamente de la policía a los medios, porque sino yo, como funcionario judicial, me termino enterando antes por los diarios o por la radio, de hechos los que me debería anoticiar por la policía”.

Además dijo que “es necesario reformar la ley policial que tiene más de 30 años y es predemocrática”, que “contar con un 3,5% del presupuesto nos hace, al Poder Judicial, la cenicienta del mismo” y que “deberíamos contar por lo menos con un juez federal, teníamos todo dispuesto para contar con uno en Santa Rosa y otro en Pico, hoy ya no contamos ni con el designado que venía de Junín, porque renunció”, se lamentó.