Tribunales Piquenses: absolvieron a un médico veterinario que había sido acusado por su mujer de haberla amenazado con un arma luego de que ella le fuera infiel
Miércoles 18 de Marzo de 2015 - 17:43:15
Se trata de Claudio Darío Calvo, un hombre de 53 años nacido en Bahía Blanca pero domiciliado en General Pico desde hace mucho tiempo. El Juez de Audiencia unipersonal, doctor Fabricio Losi, dictó su absolución por los delitos de "amenazas simples reiteradas en concurso real y amenazas agravadas por el uso de arma".
La investigación de este caso comenzó luego de una denuncia radicada por María Gabriela Tobal, el día 7 de julio de 2011, ante la Comisaría Primera, quien manifestó que el día 6 de Junio en momentos en que se encontraba acompañando a un cliente-amigo para la realización de un trámite en su auto, quien fuera su marido, Claudio Darío Calvo, comenzó a perseguirlos, cruzando su camioneta, para luego bajarse y tirarse sobre el rodado. Que después de ese episodio se separó de hecho y comenzó a sufrir diversas molestias, entre ellas ser observada y perseguida por un hombre robusto, que se movilizaba en motocicleta o en un cuatriciclo, persona que en una oportunidad vio ingresar al café que se encuentra debajo de su edificio, lugar donde estaba sentado su ex esposo Calvo.
El día 23 de agosto de 2011, compareció ante la Unidad de Atención Primaria del Ministerio Público Fiscal, María Gabriela Tobal quien denunció que desde hace dos años atrás la relación con su ex marido Claudio Darío Calvo era muy mala, incluso en dos ocasiones, con un revólver calibre 22, la amenazó con matarla si lo dejaba. Por otra parte, la dicente expresó que tres meses antes al día 6 de junio del año 2011, le planteó firmemente la separación debido a que la convivencia se había tornado insoportable, viviendo en plantas diferentes de la misma propiedad y no dejándola dormir, mediante diversos episodios, donde Calvo la amenazaba, le arrojaba cosas o realizaba actitudes intimidatorias, como dejarle balas en distintos adornos de la casa o en su cuarto.
El juez Losi señaló que "hay dos bandos de testimonios claramente enfrentados, tomando partido o por la víctima o por el victimario. Los testimonios de cargo son endebles y fueron jaqueados por el contra interrogatorio de la defensa. Existe una suerte de versión guionada que se fue armando con el desarrollo de todo el proceso, pero que no está contenida en la primera denuncia. Está claro que no se trata de una víctima vulnerable que no tenía posibilidades, desde un primer momento, de sacar a la luz sus padecimientos. Como lo apuntaron enfáticamente los profesionales Enrique Castro y Yolanda Carrizo se trata de un caso de violencia invertido, donde el sujeto vulnerable es el imputado. Como lo prueban los hechos fue Calvo el que se quedó sin mujer, sin hijos, sin casa y sin trabajo.
Recapitulando, y para dar un cierre a la argumentación, además de la indeterminación de la acusación en cuanto a las fechas y al desarrollo de las supuestas amenazas, los medios probatorios acercados al juicio no corroboraron la versión de la denunciante, único elemento sobre el que se basa la acusación fiscal. Hay dudas más que razonable sobre la existencia de los hechos que fueron objeto de la pretensión fiscal y corresponde la absolución del imputado, en los términos del art. 6° C.P.P..
Asistió, en carácter de Defensor Particular al imputado, el Dr. Sergio Escuredo. Representó al Ministerio Público Fiscal, en el juicio, el Dr. Alejandro Gilardenghi.