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Congreso Nacional: el diputado Fernández Mendí­a quiere que Leuvucó sea considerada capital histórica Ranquel

Martes 24 de Junio de 2014 - 09:01:09
El diputado nacional Gustavo Fernández Mendí­a, presentó un proyecto de ley a fin que el Estado Nacional reconozca a la localidad de Leuvucó (Provincia de La Pampa) como capital histórica y centro ceremonial de la Nación Ranquel o Rankel. En el mismo proyecto también se contempla el reconocimiento del dí­a 24 de junio de cada año como el "Dí­a de la Nación Ranquel". De esta manera Fernández Mendí­a postula a nivel nacional la revalorización y el reconocimiento de los derechos de uno de los pueblos originarios que contribuyeron fuertemente a la edificación de nuestra Patria, en el convencimiento de que la preservación de los idiomas, las culturas y las cosmovisiones, no sólo constituye un acto de reparación histórica, sino una decisión primordial para el enriquecimiento de nuestra sociedad y de las futuras generaciones.

PROYECTO DE LEY

El H. Senado y la Cámara de Diputados de la Nación, sancionan con fuerza de Ley

ARTICULO 1.- El Estado Nacional reconoce a la localidad de Leuvucó (Provincia de La Pampa) como capital histórica y centro ceremonial de la Nación Ranquel o Rankel.

ARTICULO 2.- Reconocer al 24 de Junio como dí­a de la Nación Ranquel.

ARTICULO 3.- Comuní­quese al Poder Ejecutivo.

F U N D A M E N T O S

Señor Presidente:

Leubucó o Leuvucó (en mapudungun: leuvú: 'corriente'; có: 'agua', 'manantial que corre') es el nombre de una laguna ubicada sobre la Ruta Provincial 105, a unos 25 kilómetros al norte de la localidad de Victorica, Departamento Loventué en la Provincia de La Pampa.

En esa laguna se emplazaron las principales tolderí­as ranqueles y en ese emplazamiento la Nación Ranquel erigió su capital histórica, ceremonial y asiento de autoridades (Consejo de Lonkos y Consejo de Ancianos).

La Ley Nº 876 de la Provincia de La Pampa, sancionada en octubre de 1986, declaró lugar histórico provincial, a ese sitio ubicado en la sección VIII, fracción A, lote 9 (243 ha) y lote 12 (29 ha) denominado «Parque Indí­gena Leubucó», ubicado a pocos kilómetros de la frontera con la Provincia de San Luis.

En las proximidades de esa laguna, el 10 de noviembre de 1999 quedó inaugurado un monumento a la cultura ranquel consistente en una escultura representativa de la cultura indí­gena en la que se recuerda además a los caciques Carripilún, Yanquetruz, Painé, Pichón Huala, Manuel Baigorrita, Mariano Rosas, Ramón Cabral y Epumer.

Los ranqueles que a la época de la famosa excursión de Lucio V. Mansilla rondaban los 11.000, estaban emparentados con los pueblos hets (o pampas), los mapuches y tehuelches.

En el otoño de 1870 el coronel Lucio V. Mansilla, comandante del sector de la frontera contra los indí­genas, hizo un viaje a Leubucó partiendo del Fuerte Sarmiento para negociar de igual a igual un tratado de paz.

El lugar era asiento de las tolderí­as del cacique supremo de los ranqueles, que por entonces era Pangüitruz Güor (que se traduce como "Zorro Cazador de Pumas"), descendiente de Painé, conocido con su nombre de cristiano bautizado de Mariano Rosas.

El relato de este viaje aparece en la conocida obra literaria "Una excursión a los indios ranqueles".

De Leubucó salí­an las grandes rastrilladas a las diversas tolderí­as y cacicazgos como los de Baigorrita, situadas a las orillas de Quenque y Calfucurá en Salinas Grandes, prolongándose hasta la cordillera y vinculándose con los pueblos mapuches.

Un hecho de suma trascendencia para la herencia cultural de los ranqueles se produce en el mes de junio de 2001 cuando fueron restituidos a Leubucó los restos del cacique Mariano Rosas, quien gobernó allí­ entre 1858 y 1877.

Los restos de este cacique se hallaban inventariados con el Nº 292 en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata y habí­an sido extraí­dos de su tumba en Leubucó en enero de 1879 por el coronel Eduardo Racedo, en el marco de la llamada Conquista del Desierto y enviado su cráneo a Buenos Aires para ser recibidos por Estanislao Zeballos.

La ceremonia de restitución comenzó en el museo platense y culminó con su sepultura en Leubucó, ante la presencia del cacique Adolfo Rosas, descendiente de Mariano Rosas, y 18 loncos o jefes de comunidades indí­genas de La Pampa. Al llegar a Victorica fueron trasladados a caballo hasta Leubucó.

La Ley 25.276 mediante su artí­culo 1º.- estableció que el Poder Ejecutivo, a través del Instituto Nacional de Asuntos Indí­genas, procederí­a al traslado de los restos mortales del cacique Mariano Rosas – Pangüitruz Güor, desde el Museo de Ciencias Naturales de La Plata "Florentino Ameghino" para su restitución al pueblo Ranquel de la Provincia de La Pampa.

Por el artí­culo 2º.- del mismo cuerpo legal se dispuso que el traslado de los restos se realizara a Leuvucó, Departamento de Loventue, de la Provincia de La Pampa.

Cada 24 de junio se celebra el "We Tripantü" y un nuevo aniversario de la restitución de Panguitruz Nürü -Mariano Rosas-. El Consejo de Lonkos de La Pampa, lo festeja el 23 y 24 de junio con una ceremonia de "Rogativas" en el Parque Aborigen Leuvucó.

Panguitruz Gner (Zorro Cazador de Leones), hijo del cacique Painé de la dinastí­a de los Zorros, nació alrededor de 1820 en Leuvucó, fue apadrinado por Juan Manuel de Rosas quien le dio su apellido y lo llevó de peón a su estancia de El Pino.

Luego de escaparse de la Estancia El Pino volvió a las tolderí­as de Leuvucó donde fue jefe de la confederación ranquelina desde 1858 hasta que murió en agosto de 1877.


Señor Presidente, el presente Proyecto, se orienta a revalorizar la existencia y los derechos de uno de los pueblos originarios que contribuyeron a la edificación de nuestra Patria.

Preservar los idiomas, las culturas y las cosmovisiones, no sólo constituye un acto de reparación histórica, sino una decisión fundamental para enriquecer nuestra sociedad actual y la de las futuras generaciones.

Tenemos un largo camino por delante y muchas asignaturas pendientes como sociedad y como pueblo en el desafí­o de establecer y fortalecer los procesos iniciados en un marco de diálogo constructivo para la implementación efectiva de los derechos humanos individuales y colectivos de los pueblos indí­genas.

Este Proyecto es una contribución más en esa dirección y es por ello que aspiro al respaldo de los Señores Legisladores a fin de obtener su sanción en este Honorable Cuerpo.


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