General Pico: "Cuando la Justicia no actúa con perspectiva de género", señalan desde el grupo Tamboras del Viento

A través de un comunicado de prensa, el Movimiento por los Derechos de las Mujeres y el grupo Tamboras del Viento pidieron "que se actúe con perspectiva de género a la hora de juzgar delitos de violencia contra las mujeres y especialmente en la causa legajo 10562, en la que se impidió la recusación del juez Alonso y (hasta el momento) se obligará a una ví­ctima de abuso sexual declarar ante el violador, sin tener en cuenta pactos internacionales y la Ley de Violencia contra la Mujer". Y agregan: "Desde el sentido común, una mujer que estuvo en pareja durante años sumisa, doblegada, sojuzgada, sometida, humillada, dominada, mortificada, despreciada y dependiente de la voluntad de un hombre que la violentó de diversas maneras, no puede hablar de lo que le pasó frente a ese mismo hombre que detentó el poder de maltratarla hasta con la violación con acceso carnal". En ver más, siga leyendo el comunicado que se envió a la redacción de LA RED PAMPEANA.

Pero además del sentido común, las profesionales de la Oficina de Atención a la Ví­ctima expresaron lo mismo en el caso de esta joven. No hay que olvidar que existen pactos internacionales que firmó nuestro paí­s y la ley 26485 (de Violencia contra las Mujeres) y su decreto reglamentario 1011/2010 que si bien no son sancionatorias, dan el marco jurí­dico para evitar la revictimización de la mujer violentada.

Ante la situación, el fiscal Alejandro Gilardenghi pidió que se apartara al violador a una sala contigua desde donde se escucha el relato, es decir se garantiza el derecho a estar presente en el juicio en su contra aunque no en forma visual. Esto para evitar la revictimización de la joven y permitir que pueda expresarse.

Sin embargo, el defensor particular del acusado, Julio Ballari, se opuso. El juez Alfredo Alonso dio la razón a la defensa e incluso advirtió que si habí­a disparidad de versiones entre la mujer y el hombre, podrí­a haber un careo. Nada más alejado de una perspectiva de género al momento de garantizar la Justicia, ya que se niega la existencia de relaciones de jerarquí­a y desigualdad entre hombres y mujeres, expresadas en opresión, injusticia, subordinación, y en este caso, violación, lesiones, privación ilegí­tima de la libertad y amenazas.

Ante ello, el fiscal lo recusó (es decir pidió que se apartara del caso y que se nombre a otro juez en su reemplazo). Alonso aceptó apartarse del caso, incluso ya lo habí­a pedido antes porque su mujer habí­a llevado adelante el juicio por divorcio de la pareja en el fuero civil.

Pero su voluntad, para nuestras leyes, no basta. Tiene que ser confirmada por un tribunal, en este caso por los jueces Florentino Rubio, Carlos Pellegrino y Fabricio Losi. Lo extraño fue que a pesar de que Alonso se quiso apartar del caso por propia voluntad y que el fiscal lo recusó (es decir pidió que lo apartaran del caso) los jueces Rubio, Pellegrino y Losi resolvieron no aceptarla y confirmar a Alonso como juez en esa causa.

El lunes próximo se reanudará el debate oral y a puertas cerradas por tratarse de un caso de lesiones leves calificadas, abuso sexual con accesos carnal, privación ilegí­tima de la libertad agravada y amenazas simples en concurso real.

Si bien entendemos que Argentina también firmó el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polí­ticos que otorga el derecho al acusado a presenciar el juicio en su contra, creemos que en este caso ese derecho colisiona contra otros pactos internacionales con el de la CEDAW y la misma Ley 26485, contra la Violencia hacia la Mujer.

Sin ser especialistas en leyes y Derechos Humanos, sabemos que cuando dos derechos contemplados por la ley colisionan, debe primar el que corresponde al sector más vulnerable, y sin lugar a dudas, el de la mujer violada, amenazada, golpeada y privada ilegí­timamente de la libertad, es el que debe tenerse en cuenta.

Por ello pedimos que no se permita revictimizarla en el juicio obligándola a declarar frente a su violador. La incorporación del enfoque de género en todos los aspectos de la vida social es una cuestión de justicia social y de derechos humanos. Pretendemos que la Justicia se transforme en un lugar donde los Derechos Humanos sean garantizados también en los procesos.